Fronteras de Bolivia, del abandono a la integración | ![]() |
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Por Alfredo Boada Mola
Ver más imágenes en FotosPL En servicios se realizará el programa gratuito para la entrega de cédulas y dotación de certificados de nacimiento, además de otras atenciones sociales como la Renta Dignidad, una ayuda económica para personas mayores de 60 años, y el Bono Juana Azurduy, un incentivo para mujeres embarazadas y madres con hijos menores de dos años. Las brigadas articuladas por el gabinete boliviano a través de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas, han recorrido 25 mil kilómetros por tierra y agua para llegar a las comunidades más recónditas de Bolivia y beneficiar a más de 141 mil bolivianos. El director de esa oficina, Jerges Mercado, destacó a Prensa Latina la presencia de las instituciones del Estado para sentar la soberanía nacional en las zonas limítrofes del país, y señaló el esfuerzo de llevar atención de salud, educación, telefonía y combate a los ilícitos, entre otros, para el desarrollo de esas comunidades. Esta entidad gubernamental consolida políticas de Estado en las fronteras y crea nexos entre las poblaciones más alejadas y el gobierno nacional, así como foros, ferias y convenios de desarrollo, el fomento de empresas estatales, entre otras iniciativas productivas. El Gobierno del presidente Evo Morales, urgido en la necesidad de forjar una nueva política estatal para el desarrollo armónico, integral y sostenible de las fronteras, creó en junio de 2010 la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Zonas Fronterizas. La institución nació con tres objetivos principales: apoyar la preservación de la soberanía nacional, proteger los recursos naturales y participar en el desarrollo de los pueblos fronterizos mediante la justicia social y la integración económica. Desde la época de la colonia hasta la constitución del Estado Plurinacional, las fronteras de Bolivia habían estado prácticamente abandonadas, mientras la escasa población fronteriza sufría la marginación y el aislamiento, ante el insignificante desarrollo socioeconómico. Durante ese período perdió más de la mitad del territorio con sus vecinos. Su geografía de dos millones 363 mil 769 kilómetros cuadrados se redujo a poco menos de la mitad (un millón 98 mil 581 kilómetros cuadrados), entre otras causas porque la vida económica, social y política estuvo muy centrada en la región altiplánica. Es que Bolivia fue siempre un Estado más andino altiplánico que chiquitano, pantanal, amazónico o chaqueño, las otras comarcas de la extensa geografía de esta diversa nación. En su conjunto, las denominadas macrorregiones (Amazonía, Chiquitanía-Pantanal y Chaco) y zonas fronterizas suman más de dos terceras partes del actual territorio nacional, con una población de 1,8 millones de habitantes, y abarcan 70 municipios de 33 provincias, en ocho de los nueve departamentos bolivianos. Con la nueva constitución política del país las fronteras, que colindan con cinco naciones latinoamericanas, y las macrorregiones empezaron a constituirse en un espacio importante para el desarrollo integral de la sociedad boliviana. Desde entonces, la Agencia para el Desarrollo de las Macroregiones y Zonas Fronterizas, del ministerio de Planificación del Desarrollo, articula políticas públicas junto a ministerios, gobernaciones, municipios, fuerzas armadas, policía y otras entidades, para el desarrollo económico y social de las zonas más apartadas del país. ocs/hm/abm |