Guerra económica, caída de los grandes bancos, auge de la nanomedicina, nuevos estilos de consumo y una vez más la muerte de Fidel: son algunos de los pronósticos de publicaciones especializadas y consultoras.
Por ejemplo, el semanario acertó en predecir que Francia perdería su triple A y que Silvio Berlusconi sería remplazado por un tecnócrata como Mario Monti. Lo que no previeron, desde ya, es que el Cavaliere podía volver tan pronto. Tampoco que Fidel Castro llegaría a ver el año nuevo ya que le habían puesto fecha en2012 a su partida de este mundo.
Sí señalaron que Facebook saldría a la bolsa y que China daría los primeros pasos para internacionalizar su divisa. También previeron que las debilidades de la economía occidental se verían reforzadas por errores políticos evitables. Pero no creyeron que el sirio Bachar al Assad se mantendría en el poder hasta ahora. Y tampoco imaginaron cuán sangriento se volvería el conflicto en ese país.
Tampoco el escándalo en torno a la tasa LIBOR.
Un nuevo orden bancario
Este es tal vez uno de los principales pronósticos que hace de The Economist en su informe: The World In 2013.
Los grandes bancos que, antes de la gran crisis de 2008, hacían alarde de su poder en Londres, Hong Kong y Nueva York, como Barclays, Citigroup, Crédit Suisse, Deutsche y UBS, creían que podían serlo todo para los inversionistas en casi cualquier lugar del mundo. Pero 5 años después, tanto los establecimientos europeos como los norteamericanos se ven achicados o marginalizados y se están retirando de negocios y plazas, tanto por eliminación como por severos recortes. De las ruinas del viejo sistema bancario surgirá un nuevo orden, con otra estructura de capitales, nuevos canales de créditos y un constante reequilibrio del poder hacia las instituciones asiáticas.
El semanario asegura que los políticos y los reguladores ganaron la discusión y que los clientes de los grandes bancos se han dado cuenta de que el capitalismo financiero fue demasiado lejos.
También cambiará el modelo de banquero: de casi como estrellas de rock (por ejemplo, el CEO de Barclays, Bob Diamond a un poder menos personalizado o al bajo perfil (como el del sucesor de Diamond, Anthony Jenkins o un Michael Corbat el nuevo CEO de Citigroup).
Nuevos jugadores adquirirán importancia, caso de establecimientos de crédito asiáticos como el China Development Bank, el Bank for International Cooperation de Japón y el surcoreano Eximbank. “Su ascenso señalará la transferencia de poder de actores del sector privado a entidades bajo control estatal, así como a un cambio geográfico. El desplazamiento oeste-este del poder financiero en 2013 puede resultar más significativo que cualquier movida geopolítica en el mar del sur de China”, dice la revista.
Bancos de los que se decía que eran “demasiado grandes para caer” seguirán fuertemente expuestos por la crisis de deuda de los países de la eurozona.
La batalla por el euro, en tanto, se dará en España, afirma The Economist. Desde la larga declinación de su poder imperial a partir del siglo XVI, España siempre estuvo en los márgenes de la historia europea. “Pero en 2013 será la escena central de la lucha por salvar el euro. Desde el estallido de la crisis, a comienzos de 2010, el destino de la moneda única parecía depender de los acontecimientos en Grecia. Los griegos todavía pueden sacudir a la eurozona en 2013 pero lo que pase en la 4ª economía europea plantea una amenaza mayor, más aún desde que España enfrenta una creciente amenaza de secesión por parte de Cataluña”.
Récord de duelos comerciales

Otro semanario económico, L’Expansion (Francia) sostiene que el estancamiento europeo, el agotamiento chino y la incertidumbre norteamericana son elementos que determinan perspectivas sombrías para el crecimiento y por lo tanto una exacerbación de las tensiones en todo el mundo, lo que derivará en un escenario de “enfrentamiento mundializado”.
Los elementos de esta guerra son las medidas proteccionistas (en la OMC, se han batido los récords de duelos comerciales), el “combate sin fin por el bajo costo” (la deslocalización ahora amenaza a países reputados por su mano de obra barata que ya no lo es tanto –caso de China, Rumania o Túnez) y la competencia por quién controlará las normas ISO de fabricación mundial.
La nueva normalidad de Latinoamérica
“Con la economía mundial aún en el letargo, América Latina aparecerá como un punto relativamente brillante, por no tan resplandeciente como debiera”, dice The Economist.
El repunte vendrá principalmente de Brasil. Perú, Chile y Colombia crecerán nuevamente más que el porcentaje regional. Los países latinoamericanos mirarán ansiosos hacia China, principal socio comercial de varios de ellos. Cualquier signo de desaceleración de la economía del gigante asiático repercutirá en los precios de las commodities producidas en la región.
La revista asegura que si el flamante presidente mexicano Enrique Peña Nieto quiere cumplir con su propósito de abrir el sector de la energía a la inversión privada, deberá promover un acuerdo entre su partido (el PRI) y el saliente PAN.
En las elecciones de noviembre de 2013 en Chile habrá una competencia cerrada entre Michelle Bachelet y Laurence Golborne, de la alianza gobernante.
Este será un año de quiebre para la presidente argentina Cristina Fernández, dice el semanario inglés. Las elecciones de medio término definirán si puede o no modificar la Constitución para pelear por un tercer mandato. Las mayores esperanzas están centradas en la cosecha de granos y la recuperación de Brasil. Pero si esto falla, el descontento popular por la inflación puede derivar en protestas callejeras.
En marzo, en un referendo, los habitantes de Malvinas votarán abrumadoramente por seguir siendo territorio de ultramar británico.
Crónica de una muerte anunciada en la Venezuela de Hugo Chávez, dice The Economist: “El hombre a mirar es Nicolás Maduro, el nuevo vicepresidente”,
Las reformas en Cuba pueden dar un paso adelante, luego de una pausa en 2012. Aunque, como se dijo, el semanario británico erró al pronosticar la muerte de Fidel Castro para el año que termina, insiste: “Pero en 2013 su afortunada y larga vida concluirá al fin. Su muerte habilitará a su hermano, Raúl Castro, para ampliar el incipiente sector privado de Cuba”.
Las mejores noticias del 2013 conciernen a Colombia, dice The Economist, que tiene fe en que puede sellarse el acuerdo de paz con las FARC. Asegura que el presidente colombiano Juan Manuel Santos espera lograrlo antes de la campaña electoral (hay elecciones en mayo) y que para las FARC sería un incentivo poder participar de las elecciones. No explica en qué basa esta afirmación que se contradice con la línea seguida por ese grupo hasta ahora y su mala imagen en la opinión pública.
Más continuidad que cambio en China
Xi Jinping, el nuevo presidente, será electo formalmente en marzo en el congreso del PC chino. En la misma instancia, Wen Jiabao, primer ministro desde 2003, será sustituido por su segundo, Li Keqiang, que comparte su mirada reformista. Pero al igual que su predecesor, verá su poder limitado por poderosos intereses inversores, especialmente de las grandes empresas estatales que dominan industrias estratégicas como las financias y las telecomunicaciones.
“Los nuevos líderes en China prefieren subrayar la continuidad antes que el cambio, y Xi no será una excepción. Las prioridades económicas del país ya fueron expuestas en el 12º plan quinquenal, un legado de su predecesor que dará forma al desarrollo del país hasta 2015. La prioridad de Xi será asegurar la estabilidad social y política mientras la economía sigue sufriendo el impacto del malestar de la economía mundial”, dice The Economist.
El crecimiento mejorará levemente respecto a 2012 pero es improbable que recupere las cifras de dos dígitos que alcanzó durante la era de Hu Jintao.
Estados Unidos y su desafío fiscalLas elecciones no han resuelto los problemas previos, en particular el duro debate sobre el tamaño, funciones y presupuesto correctos del gobierno federal.
Barack Obama y los republicanos pasaron los dos últimos años en una gran negociación para reducir el déficit que no tuvo final feliz. Mientras que los demócratas se inclinan por el aumento de impuestos, los republicanos prefieren mayores recortes presupuestarios.
Lo probable es que cada lado haga concesiones: que los republicanos acepten una reforma fiscal y los demócratas algunos recortes en el Medicare yla Seguridad Social.
La era de la nanomedicina
El informe asegura que habrá notables avances en la medicina a escala atómica y molecular. Innovaciones y descubrimientos se suceden sin cesar: los resultados son mejores terapias y diagnósticos, como la detección del cáncer, por ejemplo. Las nano-partículas creadas pueden explorar la sangre y los tejidos en busca de células enfermas y además transportar medicina y liberarla en el momento y lugar preciso.
El boom del consumo participativoTrendwatching, analista de tendencias holandés, sostiene que “en 2013, los consumidores participarán en forma cada vez más en el financiamiento, lanzamiento y desarrollo de marcas de productos”. De esto surge que el crowsourcing seguirá desarrollándose.
Otro cambio observado en el comportamiento de los consumidores es el de “consumir menos pero mejor”. Se valoriza cada vez la compra a bajo costo o de segunda mano.
Algo análogo señala la agencia de comunicación y publicidad que entre las tendencias para 2013 dice que éste será el año del “Co.”, en referencia a la abreviatura de company. Asegura que el consumismo será remplazado por el consumo colaborativo, la reutilización y el reciclado.
Pero éstas bien pueden ser tendencias novedosas para Europa, que las conoce hoy a partir de la crisis, mientras que no lo son tanto en las regiones hasta ahora periféricas del mundo.
Para Havas, la formación se volverá permanente. El conocimiento de punta ya está disponible on line y en forma gratuita, dice. Educarse será conectarse.
La calidad de vida será reconsiderada poniendo el acento en la slow food, y la valoración de las relaciones humanas para contrarrestar el ritmo de lo “móvil”.
Por último, pronostica que surgirán nuevas superciudades pero ya no en el “centro” sino en los países emergentes.