DIFERENTE.- La documentación del VIII Congreso Ordinario Comandante Norge Botello hace pensar en la refundación de un partido que como el PLD pudo haber perdido su horizonte original después de tres mandatos de poder y uno en proceso. Los críticos de dentro y de fuera hablan de los propósitos iniciales y de las enseñanzas de Juan Bosch, pero lo hacen por fastidiar, sabiendo que eso no solo es difícil, sino imposible. La teoría del cangrejo lo explica todo y más. Entre el 1973 y 2013 median cuarenta años, y no hay manera de retrotraerlo, ni siquiera con poesía. Escribió Pablo Neruda que “Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”. El partido que surja del vientre de este proceso será diferente en algunas de sus formas, pero nunca distinto a los hombres y las mujeres que lo integran. Acaso se pondrán en blanco y negro las nuevas nociones, y se justificarán mediante normas las desviaciones de los años de poder. Si fuera otro el partido que se gestara, entonces los cambios deberían entrañar al personal de dirección, y por lo que se adelanta, todos sus altos dirigentes se quedarán…
EL CAMBIO.- Por alguna razón recóndita, y mucho más inexplicable desde entonces, el PRD de 1978 puso de moda una novela que se suponía superada: El Gatopardo de Giuseppe Tomasi de Lampedusa. La frase de Tancredi, uno de los personajes memorables, lo dijo todo, y lo sigue diciendo al discurrir de los años, desde Il Risorgimento italiano hasta estos días, en que todo se disimula desde el poder: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. Conociendo la situación social de los peledeístas de ahora, que es diferente a la de entonces, Lampedusa y no Bosch debe ser su lectura obligada. Habrá que ver como dan la vuelta, pero no solo para mantener la hegemonía de poder, sino para conservar la cohesión de sus miembros, entre los que se cuentan de todos, pues los guiños de la fortuna no fueron iguales para todos. Ya no hay hijos de Machepa, de eso no hay dudas, pero hay unos Tutumpotes que exhiben riquezas impensables en un partido que se planteó la liberación nacional o llevar a cabo la obra inconclusa de Juan Pablo Duarte…
LO NUEVO.- El nombre del congreso podría ser un indicativo, porque Botello no fue un hombre de ideas, sino de acción, y uno de sus compañeros, queriendo hacerse más gracioso de la cuenta, propuso la moción, y fue aprobada, de que se le agregara el título de comandante. De manera que en el proceso que lleva hasta marzo lo que menos habrá serán reflexiones profundas y sí mucha adecuación táctica a los nuevos tiempos y a la proclamada intención de mantenerse en el poder durante 20 años más. El modelo del peledeísta ya no podrá ser como en otra época un teórico como Carlos Amarante Baret, queriendo asumir como doctrina a Bosch, sino un político práctico y con sentido de poder como Félix Bautista. Con razón muchos peledeístas de la vieja escuela se rasgan las vestiduras, y dicen más para sí que para otros: Lo veo y no lo creo. Los Félix Bautista llegaron para quedarse, y eso explica que el grupo del ex presidente Leonel Fernández sea uno de los imponderables de cualquier situación. Se vio en la dirección de las cámaras y se espera suceda igual en el VIII Congreso…
INTEGRANTES.- El VIII Congreso dará mucho de que hablar, pues en su transcurso se discutirán 15 asuntos ñcomo dicen ahorañ puntuales. Sin embargo, ese ejercicio no será lo crucial. Lo importante y decisivo será la nueva composición de los comités Político y Central. Nadie saldrá, pero intriga quienes entrarán, y no por ellos, sino por la forma y sobre todo por el patrocinio. No debe olvidarse que por mucho que se disimule en el interior del PLD hay una lucha entre dos sectores que como en la voz de Patxi Andión: “se soportan amistosos, más no son una canción”. El pulso está planteado aunque no lo quieran, pues el poder no necesita de la libre voluntad los hombres, sino de su circunstancia. La circunstancia del VIII Congreso no solo será memorable, sino que sus confrontaciones grandes o pequeñas permitirán entrever el 2016. El PLD que surja del VIII Congreso tendrá el sello del 2016, para bien o para mal, ya que Leonel Fernández y su gente van a tratar de adelantar lo más que puedan, y Danilo y los suyos no podrán dejarlos hacer, dejarlos pasar…