En la Plaza de la Revolución. El 12 de enero de 1964, Liborio Noval fotografió al Che empuñando su cámara con teleobjetivo. Sin soltar su inseparable puro, claro.
Por Abel Alexander. Investigador fotográfico
LA OTRA PASIÓN DEL CHE
Desde las fotos familiares cuando era niño hasta su irrupción como ícono mundial, Ernesto Guevara mantuvo una relación intensa y permanente con la fotografía. Y no sólo fue como modelo: también trabajó como fotógrafo, un oficio que amó y cultivó.
Ernesto Guevara de la Serna, el Che, es uno de los personajes más célebres y fascinantes del siglo XX. Médico, deportista, viajero, revolucionario, militar, funcionario, político y diplomático, durante buena parte de sus vertiginosos 39 años de vida también atesoró una faceta poco conocida: su profundo interés por la fotografía.
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