La educación en tiempos de Trujillo (2)
Jesus de la Rosa.
El destacado intelectual petromacorisano incorporó a esa dependencia estatal –por supuesto, con la anuencia de Trujillo- profesores y técnicos extranjeros, acreditados por su larga experiencia y conocimientos en la materia con el propósito de que contribuyeran a facilitar el desarrollo del sistema dominicano de instrucción pública; acción ésta que demandaba los servicios de hábiles expertos que el país no tenía.
Fue muy positiva la labor de Víctor Garrido al frente de la cartera de Educación. Durante su gestión se reorganizaron los planes y programas de estudios; se llevó a cabo una reforma administrativa; la enseñanza vocacional recibió un decisivo impulso; se contrataron técnicos extranjeros; y una buena parte del magisterio dominicano disfrutó de la oportunidad de conocer las más avanzadas técnicas del quehacer pedagógico.
No todo es obra bienhechora, Trujillo tuvo su partecita mal y profundamente oscura y atraso en materia educativa: En 1933 el régimen trujillista prohibió la aplicación de la enseñanza Hostosiana en las escuelas dominicanas, debido a que las ideas de Hostos perjudicaban los intereses del dictador. Las escuelas normales estuvieron cerradas hasta el 1943 cuando fueron reabiertas pero fueron sustancialmente modificados en su filosofía para ajustarlas a los planes del mandatario. En 1932 se promulgo una nueva ley general de estudio la cual sustituyo a la ley general de estudios que habían implantado los norteamericanos en 1918. La educación fue muy bien utilizada por el gobierno del dictador Trujillo con el fin de exaltar su figura, darle un carácter divino al déspota. Varios intelectuales colaboraron con ese propósito, sobresaliendo Joaquín Balaguer, el cual llego a ser secretario de educación, Manuel Arturo Peña Batle, Arturo Logroño, Manuel de Jesús Troncoso de la Concha y otros más. No obstante a este revés paso la escuelita con un setenta a renacientes. La verdad, aunque no nos guste, hay que admitirla: Probablemente el aporte más trascendental dado a la educación por el régimen trujillista lo constituyo la ley No. 543, de 1941, mediante la cual se inició la Campaña Nacional De Alfabetización, también la ley Orgánica de Educación 2909 del año 1951, la cual permaneció en vigencia hasta el 1997 siendo sustituida por la actual ley general de educación 66-97. (domingon.com)

Pero, la verdad oficial no registra ese hecho ni mucho menos le acredita el progreso experimentado por la escuela dominicana a la labor desplegada por Víctor Garrido y por su equipo de colaboradores. Lo que cuenta en los documentos de la época es que todo se debió “al genio renovador y dinámico del insigne estadista, a quien, en un acto de justiciero reconocimiento, se le ha designado con el título de Primer Maestro de la República Generalísimo Doctor Rafael Leónidas Trujillo Molina, auténtico creador de la Nueva Escuela Dominicana”
Mediante el decreto 561, de fecha 20 de febrero de 1940, del presidente Jacinto Peynado fue designado secretario de Estado de Justicia, Educación Pública y Bellas Artes, el licenciado Díaz Ordoñez, intelectual de fuste, hombre de basta y sólida cultura y, por supuesto, de arraigada fe trujillista.
Una de las primeras disposiciones de Díaz Ordóñez fue la preparación de un plan de reformas de los servicios técnicos de la Secretaría de Educación. Dicho plan respondía al propósito de establecer una organización adecuada a los propósitos de dicha dependencia estatal.
El destacado intelectual petromacorisano incorporó a esa dependencia estatal –por supuesto, con la anuencia de Trujillo- profesores y técnicos extranjeros, acreditados por su larga experiencia y conocimientos en la materia con el propósito de que contribuyeran a facilitar el desarrollo del sistema dominicano de instrucción pública; acción ésta que demandaba los servicios de hábiles expertos que el país no tenía.
Los servicios técnicos de la Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes se vieron reforzados con la llegada al país de un grupo de profesores extranjeros de tintas ramas de la enseñanza.
Las labores que desempeñan esos técnicos se distribuyeron en la forma siguiente: a) organización y reorganización de las escuelas secundarias; organización de la supervisión escolar; b) reorganización de los planes de estudios de la enseñanza primaria y normalista; c) atención especial a las escuelas rurales; d) fundación de un laboratorio de psicología experimental; y e) la elaboración de un programa de enseñanza dirigida a débiles mentales.
En Gestión de Víctor Garrido se realizó reforma administrativa
Plan de reformas servicios técnicos caracterizó gestión de Díaz Ordoñez
Incorporó a Educación profesores y técnicos foráneos
JESÚS DE LA ROSA
Tomado de Diario Libre