Dice Barbara Tuchman, periodista experimentada estadounidense: “Las guerras es la manifestación de los errores de cálculo” Está frase subraya el hecho de que muchas decisiones tomadas en tiempos de guerra se revelan finalmente equivocadas y que muchas de las estrategias que consideramos exitosas fueron él resultado, muchas veces, del más puro azar.
Afortunadamente, las guerras desde de la Segunda Guerra Mundial han sido guerras restringidas, en el sentido que se circunscribían a una región en particular sin extenderse demasiado.
La guerra de Vietnam, un conflicto entre Vietnam del Norte controlado por las fuerzas de Ho Chi Minh y el gobierno anticomunista de Vietnam del sur apoyado por los EEUU, encaja en el concepto de guerras limitadas como la definiera Juan Bosch.
Ambas partes, Vietnam del norte y del sur tenían aliados con los bolsillos llenos y armas poderosas que podían destruir varias veces el planeta. La Unión Soviética y China abastecieron a los vietnamitas del norte de provisiones y armas, otro tanto hizo EEUU que incluyó fuerzas militares. Pero se trataba de un conflicto limitado. Si bien es cierto, que se extendió a las vecinas Camboya, Tailandia, Laos, pero no mucho más allá.
Hoy el poder destructivo que tiene en sus manos la humanidad del siglo XXI es suficiente como para acabar con la vida de todos sus miembros. Hay progreso en el comercio, en la innovación humanitaria, en el intercambio cultural, pero también hay “progreso” en las armas de destrucción masiva.
El conflicto bélico que esta a la vista tiene connotaciones de guerra entre potencias y por ello de carácter mundial.
Los lideres mundiales de EEUU, Rusia, OTAN y La Unión Europea debieran preguntarse si hay guerra cuales serian las consecuencias? Claro, algo así como el amegedon, el fin del tiempo para muchos mediante un holocausto nuclear.
Lo que sobreviremos a tal conflagración bélica nos lamentaremos preguntándonos: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Qué concatenación de acontecimientos condujo a esta problemática? ¿Cómo las decisiones tomadas por los líderes EEUU, La OTAN, La Unión Europea…nos condujeron por este camino ¿Por qué diablos nadie vio venir esto?
Escuchemos las plegarias del Papa Francisco… para mañana no lamentar.
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Domingo/La revista 