Domingo Nuñez Polanco
Las causas de nuestra actual pobreza globalizada son muchas, y vienen de lejos. De entrada nos referiremos a las causas actuales; las podemos resumir en una crisis financiera y económica creada por una banca sin límite y sin escrúpulos. Esta crisis resulta del modelo especulativo, del consumo irresponsable, compulsivo, de la angurria de unos pocos que tienen mucho frente a unos muchos que tienen poco. En el plano local la causa de la crisis, entre otras causas, “está en que cada vez tenemos que pagar más por lo que se compra en el extranjero y al mismo tiempo cada vez los países extranjeros pagan menos por nuestros productos, pero también está en que los fabricantes y los vendedores de artículos norteamericanos y algunos de otros países han conseguido llevar con su propaganda a una minoría de latinoamericanos, que no alcanza a más de 5 por cada 100 de nosotros, a comprar objetos de lujo, automóviles carísimos, ropa de primera; todo lo mejor, en fin. Y eso hay que pagarlo en dólares. Pero además de eso, los extranjeros que llevan dinero a nuestros países para montar industrias y negocios sacan de la América Latina demasiados dólares. Los dominicanos necesitamos dólares para comprar maquinarias y otros productos industriales y también para adquirir capacidad técnica, pues aquéllos y ésta son indispensables para el desarrollo de nuestra riqueza; y resulta que en vez de acumular dólares lo que acumulamos son deudas en dólares, lo que hace que cada vez sea más difícil para nosotros conseguir lo que necesitamos para progresar”.
¿Cómo se explica semejante situación? ¿Por qué hay dinero para fabricar casas lujosas, edificios de apartamentos, hoteles caros, para comprar automóviles que parecen palacios que ruedan, yates y whisky, y no hay dinero para educar a los niños campesinos? ¿Qué pasa con los dólares de los financiamientos internacionales, que no alcanzan ni siquiera para dar escuelas a los niños que las necesitan?
No nos hagamos ilusiones. Dentro del marco económico, social y político del status quo actual no hay solución para salir de la desigualdad social, la pobreza y exclusión que padecen las grandes mayorías del Pueblo Dominicano. No es con políticas populistas y clientelares que vamos avanzar en la lucha contra la pobreza. Por demás, tenemos que prever que sucederá cuando los países desarrollados no puedan salir de la crisis económica global. No hay soluciones bajo el modelo económico, social y político vigente actual. Todas las iniciativas a la soluciones de la crisis global han fracasado completamente.
No somos nosotros los que hemos fracasado; ha sido el sistema social, económico y político en que hemos vivido. Debemos dedicarnos a crear para nosotros y para ellos una sociedad más libre, más rica y más justa, en la que con el esfuerzo de todos aseguremos la libertad, la riqueza y la justicia para todos, no para una minoría. Pues el sistema ha fracasado para los pueblos, no para las minorías privilegiadas, y mientras ese sistema no sea destruido y pongamos otro en su lugar, las minorías seguirán gozando de privilegios y las mayorías seguirán siendo esclavas, seguirán padeciendo miseria y seguirán sufriendo injusticias.