Sudán reitera su disposición para permitir a Rusia establecer una base portuaria en el mar Rojo, según un alto funcionario del país africano.

“Tenemos 730 kilómetros a lo largo del mar Rojo. Si algún país quiere abrir una base, y es de nuestro interés y no amenaza nuestra seguridad nacional, no tenemos ningún problema en negociar al respecto, sea ruso o no”, dijo el miércoles el vicepresidente del Consejo de Soberano de Sudán y comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), Muhammad Hamdan Dagalo, a la agencia rusa de noticias Sputnik.

Sobre la crisis en Ucrania, el general Hamdan Dagalo, más conocido como Hemeti, exigió a la comunidad internacional que apoye el diálogo entre Rusia y Ucrania, al aclarar que esta es la posición oficial del Consejo de Soberano.

La semana pasada, durante su visita a Moscú, capital rusa, el alto cargo había indicado su apoyo a la operación militar especial de Rusia, diciendo que el gigante euroasiático tenía derecho a defender a su pueblo y su territorio.

En noviembre de 2020, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, aprobó la apertura de una base portuaria en Sudán para dar apoyo logístico a la Fuerza Naval rusa en África.

 

El documento del acuerdo preliminar con Sudán, publicado en ese entonces por el portal de información legal de Rusia, señalaba que el establecimiento del centro logístico naval “responde al interés de mantener la paz y la estabilidad en la región, posee un carácter netamente defensivo y no está dirigido contra ningún otro Estado”.

En los últimos años, Moscú ha construido varias alianzas militares estratégicas claves en África, con Libia, Nigeria, Etiopía y Malí.

Los expertos opinan que la creciente influencia de Rusia en África ha inquietado en gran medida a los países occidentales, y en concreto Estados Unidos, pues su monopolio en este continente está siendo desafiado y esto significa que Washington deberá idear contramedidas para mantener su peso en la zona.

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